Con mascarilla estamos más guapos, la ciencia lo confirma

¿Por qué las personas sin mascarilla de protección frente al Covid nos gustan menos? Los expertos hablan de este método impuesto por el coronavirus –que ya se ha convertido en un complemento más– y sus conclusiones son sorprendentes.    

Nuestra mente forma una ilusión idealizada que luego se quiebra al ver el resto de la cara? ¿Son las mascarillas las nuevas gafas de sol? Vivimos desde hace dos años una relación de amor-odio con las mascarillas de protección frente al Covid tan singular y única en la historia que los psicólogos y sociólogos han decidido abordarla científicamente. Pasamos de ‘temerlas’, por lo que representaban de enfrentamiento a la muerte, a ‘respetarlas’, por lo que simbolizan de civismo. Y, en consecuencia, a estas alturas de la pandemia, hombres y mujeres creen que las personas son más atractivas con mascarilla que sin ella.

Esta afirmación vale tanto para hombres como para mujeres, según ha descubierto un equipo de científicos de la Universidad de Cardiff, en Gales. Los propios investigadores se quedaron sorprendidos al ver los resultados de sus experimentos.

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El cerebro completa la mitad faltante, pero lo hace mejorando la realidad, casi como un filtro de Instagram.

En uno de ellos, por ejemplo, pidieron a sus voluntarios que valoraran del uno al diez las fotos de personas con mascarilla de tela, con mascarilla quirúrgica azul y sin mascarilla. Esta primera parte del estudio se llevó a cabo en febrero de 2021, momento en el que los británicos ya se habían acostumbrado a llevarla habitualmente.

Experimentos similares realizados antes de la pandemia habían dado como resultado que las mascarillas reducían el atractivo porque se las asociaba con enfermedad. «Queríamos averiguar si la situación ha cambiado desde que vemos mascarillas por todas partes, y si sus distintos tipos tienen alguna influencia en la reacción que provocan en los demás», afirma el psicólogo Michael Lewis, uno de los autores del estudio, en el diario británico The Guardian.

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«Nuestra investigación demuestra que los rostros se perciben como especialmente atractivos si van cubiertos con una mascarilla quirúrgica. Es probable que, en una fase como la actual, en la que nos sentimos vulnerables, percibamos el uso de la mascarilla quirúrgica como tranquilizador y que nos genere simpatía», asegura Lewis. En general, los rostros cubiertos por una mascarilla azul barata y desechable recibían una mejor puntuación en la prueba de atractivo que aquellos con mascarillas de tela más elaboradas y caras. Los que peor puntación recibían eran los rostros sin mascarilla: «Estos resultados se oponen claramente a los obtenidos en los estudios realizados antes de la pandemia, de los que se dedujo que la mascarilla hacía pensar en una posible enfermedad y por tanto incitaba a evitar a la persona que la llevaba», añade el psicólogo.

Vía: https://www.abc.es/