
Según el informe Estado Mental del Mundo 2021, existe una «alarmante» caída en el bienestar mental de las generaciones más jóvenes, un «fenómeno mundial» que se repite en cada uno de los 34 países de distintos continentes que incluye el documento. Mientras un 7% de las personas mayores de 65 años reconocen estar angustiadas o luchando por su bienestar mental hasta el punto de que se ve afectado su funcionamiento diario, las personas de 18 a 24 años que viven esa misma situación alcanzan el 44%.
Desde la Fundación Salud y Persona encuentran una correlación significativa entre indicadores culturales como el individualismo o la clasificación de las personas por su rendimiento (lo que denominan orientación al desempeño) y peores valores de MHQ. Quienes más acusan esta correlación negativa son los varones de entre 18 y 64 años. Los expertos concluyen que «una cultura en la que cada uno se ocupa de sí mismo y se le juzga y clasifica por su rendimiento puede ser buena para el crecimiento económico, pero perjudicial para nuestro bienestar mental colectivo».
Vivimos una época de malestar difuso y generalizado, de incertidumbre y ausencia de horizonte. Nunca como hasta ahora hemos tenido a nuestra disposición tantas series y películas y sin embargo es imposible encontrar en ninguna de las contemporáneas alguna en la que el futuro sea representado como mejor que el presente: más justo, más armónico, más tranquilo, más verde, más feliz.
En todas el futuro es una radicalización de los rasgos más brutales del presente: autoritarismo, destrucción del planeta, desigualdad, desasosiego. Esto no siempre ha sido así, pero las películas que veíamos de ciencia ficción cuando éramos pequeños hoy nos parecen ingenuas. Que hoy seamos incapaces de imaginar futuros mejores, de creérnoslos, es sin duda uno de los rasgos que mejor definen nuestro tiempo. Es imposible pensar que algo así no tenga consecuencias profundas sobre cómo estamos.
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Las 7 claves para mantener una buena salud mental
¿Sabías que comer bien, reconocer tus emociones y convivir con otras personas son cosas que te pueden ayudar a encontrar bienestar en tu salud mental?
Los especialistas de la Fundación Salud y persona nos cuentan que para tener una buena salud mental necesitas tener una vida equilibrada en varios sentidos “La salud mental emocional se refiere a todo lo que alude al bienestar. El término salud se refiere a un estado de equilibrio entre lo físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedades, como refiere la Organización Mundial de la Salud (OMS)«.
1. Parar
Tan sencillo y difícil al mismo tiempo. Parar a tiempo es un ejercicio enormemente complejo, ya que la sociedad nos impone un ritmo elevado en nuestro día a día. Cuando empezamos a ser conscientes de que algo no va bien, de que tenemos más carga de la que podemos soportar, de que las demandas son más altas que nuestros recursos, es momento de parar y analizar qué está ocurriendo y ver qué soluciones podemos dar.
2. Relaciones sociales saludables
Tener y mantener relaciones sociales de calidad, saludables y no tóxicas con nuestros amigos, compañeros de trabajo, familiares, hijos, padres, parejas, etcétera, es uno de los pilares básicos y fundamentales para el cuidado de nuestra salud mental.
Observa qué tipo de relaciones tienes y qué te aportan cada una de ellas. ¿El balance es positivo o negativo? ¿Merecen la pena? ¿Te dan confianza, calma y positividad? ¿O por el contrario son una fuente de conflicto tanto con ellas como contigo mismo? ¿Hasta qué punto estás dando más que recibiendo? Estos son ejemplos de preguntas que debes hacerte para evaluar si esta parcela de tu vida está en equilibrio y que nos ofrecen los expertos de la Fundación Salud y Persona.
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3. Buena comunicación
La buena comunicación es esencial para mantener una vida saludable desde el punto de vista emocional. Saber comunicarnos bien, de manera asertiva, expresando nuestros derechos, nuestros deseos y nuestras necesidades sin tener que pisotear los de los demás es algo esencial a la hora de cuidar nuestra salud mental.
Hay un tipo de comunicación que se llama activo-constructiva, que si se lleva a cabo es altamente efectiva a la hora de conectar con otras personas. Por ejemplo, cuando una persona nos cuenta algo importante para ella y nosotros paramos lo que estamos haciendo y realmente le escuchamos, hacemos preguntas sobre ello, y reaccionamos emocionalmente acorde a ello. En este momento estarás conectando con esa persona.
4. Sentido vital
Una buena manera de cuidar nuestra salud mental es, precisamente, buscando estos sentidos pequeños en nuestro día a día. Cuando hablamos de sentido vital, nos referimos por un lado a la comprensión de la vida, del mundo y de uno mismo; comprender que encajamos en un todo. Y por otro lado nos referimos a los propósitos, que son las aspiraciones a largo plazo en línea con nuestros valores, que son en definitiva los motores de nuestras acciones.
5. Proponernos logros y metas
Mantenernos activos, en definitiva, es otra manera de cuidar nuestra salud mental. Pero cuidado con los logros que nos proponemos; hay veces que caemos en la trampa de que la consecución de esas metas sea lo que nos proporcione bienestar. Nada más lejos de la realidad.
Cuando satisfacemos una meta, sentimos emociones positivas como orgullo o satisfacción, y esto en sí es muy bueno, pero son emociones de corta duración. Así pues, el bienestar no está en la meta en sí, sino en el proceso.
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6. Autocuidado
Este concepto engloba a su vez muchos significados. Desde un punto más físico, cumplir una serie de pautas como dormir bien (en calidad y en cantidad), mantener una dieta saludable y hacer ejercicio físico, está directamente relacionado con el bienestar mental y por eso es una magnífica forma de cuidarlo.
Por otro lado, tener un buen autoconcepto de uno mismo, gustarse, aceptarse tal y como se es, estar orgulloso de uno mismo, y ser autónomo también son variables que ayudan a fomentar el bienestar.
7. Pedir ayuda
La última manera, y no por eso la menos importante, de cuidar nuestra salud mental, es saber pedir ayuda. Muchas personas se sienten muy vulnerables a la hora de dar el paso de pedir ayuda.
Hay muchas maneras de cuidar nuestra salud mental, por ello desde la Fundación Salud y Persona nos indican que es importante que seamos conscientes de estos aspectos, de si están presentes en nuestras vidas y en qué medida; o, por el contrario, si brillan por su ausencia o lo hacen pero en medida insuficiente, creándose un malestar que hace que nuestra salud mental se resienta.
Vía: moovemag.com/